Historia de Oliver Peña

""Estando en línea de emergencias de Metlife pueden llegar a hacer llamadas sumamente pesadas, en específico con esta llamada la situación era la siguiente. Se comunica el hijo del paciente mencionando que su mamá está sufriendo de un paro cardiaco con una condición muy grave, a punto de desmayarse, el detalle que mencionaba el asegurado era que su mamá se encontraba completamente sola y el domicilio donde ella se encontraba estaba muy retirado de un hospital o de algún centro médico donde le puedan brindar la atención. No había nadie más que la acompañara o le pudiera brindar soporte, el señor se empezó a desesperar y entrar en pánico, ya que igualmente se encontraba manejando sobre la carretera de camino al domicilio donde se encontraba la paciente. Lo primero que pensé fue en calmar al señor, porque no quería que por el estado en el que se encontraba pudiera ocasionar un accidente y se ponga en riesgo su salud, me puse en sus zapatos y le dije lo que me gustaría que me dijeran a mí si yo estuviera en la situación, dando apoyo con palabras de esperanza indicándole que su mamá estaría bien. Hasta cierto punto el asegurado pudo aliviar un poco la tensión que tenía en ese momento, mientras tanto nuestra compañera de Ike, que brindo una atención excelente, indico que se comunicaría con la paciente en otra línea para darle asistencia médica telefónica mientras llegaba la ambulancia, yo me quede en línea con el asegurado haciéndolo sentir acompañado durante la duración de la llamada. Tuve la fortuna de poder enlazarme con la paciente para hacerle saber que estaba acompañada por nosotros y la apoyaríamos y haríamos lo que sea por su bienestar, le indique al asegurado que su mamá ya estaba en llamada con la doctora y que no se encontraba sola, por lo menos en esencia. El asegurado se pudo escuchar más calmado y me menciona que cortará la llamada para llegar lo más pronto con su mamá; le indique que no se preocupara, que haríamos lo imposible porque su mamá estuviera bien, afortunadamente la ambulancia llegó en tiempo y pudieron asistir a la paciente quien seguía estando grave, pero ya siendo tratada por los paramédicos. Me sentí sumamente preocupado incluso al final de la llamada, ya que creo que varios hemos estado en la misma situación en la que nos sentimos solos e impotentes al no poder ayudar como quisiéramos a la persona que necesita más que nunca el apoyo, por iniciativa propia decidí regresarle la llamada al asegurado unas dos horas posteriores para saber cómo se encontraba su mamá indicando que bien y que llegó más estable al hospital. Me agradeció y me felicitó por el apoyo que le brindamos, una vez que me confirmó esto pude respirar más tranquilo y sentirme sumamente aliviado, hasta cierto punto tuve un sentimiento de igualdad o de hermandad, realmente considero que mi ayuda que le brinde al señor la pudo realizar cualquiera y no solo con el soporte de una ambulancia sino con una pequeña acción con una persona desconocida, las cuales no están teniendo el mejor día, una pequeña palabra de afirmación a personas que están pensando en rendirse, tal vez esas pequeñas acciones puedan darle a la persona el empujón que necesitan para poder llegar con bien a su casa con su familia.
Y en este caso en específico, no solo me gustaría agradecer a mi supervisora Sarahí García, sino también a mi compañera de ike, Samantha nieto, quien fue una parte muy importante en esta llamada, gracias""